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El septuagenario, detenido y acusado del caso más grave de secuestro, abuso sexual e incesto conocido en Austria, ha declarado

- Que mantuvo a su hija encerrada por 24 años en el sótano de su casa y tuvo varios hijos con ella
- Instaló sistema de gas en sótano de su casa. Eso explicaría por qué su hija Elisabeth y los niños prisioneros aceptaron su encierro. Policía austriaca investiga si tal sistema se instaló en la mansión.
- Que había instalado un temporizador en la puerta de acero de 300 kilogramos del escondite para que se abriera en caso de que el mecanismo de apertura no fuera utilizado durante un cierto tiempo.

Elisabeth:
Elisabeth y dos de los hijos de esta, que salieron el sábado del sótano, están junto a la madre de Elisabeth y los otros tres niños fruto del incesto en un recinto aislado en la clínica Amstetten-Mauer, próxima a Amstetten, donde reciben cuidados especiales de psiquiatras y otros especialistas.

Kerstin, de 19 años, la hija mayor de Fritzl y Elisabeth, sigue internada en otro hospital de Amstetten, en estado grave, tras quedar inconsciente, lo que llevó al sospechoso a trasladarla al hospital.

Christine R., cuñada de Josef Fritzl:
Asegura en una entrevista al diario austriaco Österreic que él pasaba todos los días horas en el sótano de su casa. Según Christine R., "todas las mañanas a las 9.00 Josef bajaba al sótano, supuestamente para dibujar unos planos para unas máquinas que quería vender". "A veces también pasaba toda la noche allí. Ahora sabemos por qué".

asegura además que Fritzl humilló a su hermana durante los 51 años de matrimonio y que siempre maltrató a sus hijos, que en su mayoría se casaron jóvenes para irse de la casa familiar. "Mi hermana se casó con Josef cuando tenía 17 años, no tenía formación ni profesión, y eso él lo aprovechó de forma brutal durante 51 años", relata la mujer.


Completo informe en la República

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